Reparacion en hogar

Ten cuidado con estas averías en tu hogar

Las averías del hogar son siempre un problema serio. Algunas personas hacen caso omiso de ellas, pero más adelante descubren que lo que en un principio fue algo sencillo acaba siendo otra cosa muy distinta, mucho más difícil de arreglar.

En ese sentido, toda avería merece tu atención. No obstante, existen algunas que son las más alarmantes. A continuación las iremos nombrando para que sepas cuáles son los casos en los que debes actuar de inmediato.

Roturas en cerámica

Entre las averías hogareñas una rotura de la cerámica es bastante molesta a nivel visual, porque estropea el diseño de cualquier casa. No son muy comunes, ya que se necesita un objeto muy pesado para romper este material.

A pesar de eso, son un problema serio, pues no lo puedes resolver tú. Es vital que lo haga un experto en la instalación de cerámicas. Y cuanto antes mejor, o de lo contrario corres el riesgo de que la reparación sea mucho más difícil (y por ende, más costosa).

Goteras

Las goteras son frecuentes en función de dónde vives. Si estás en una región en la que llueve a cada rato, muy probablemente sufras este problema de manera constante. La otra posibilidad es que se generen por alguna tubería rota.

El problema con las goteras es que pueden comprometerte de muchas maneras, a diferencia de otras averías hogareñas. Una gotera puede afectar el techo, el suelo e incluso cualquier objeto que esté cerca de ella. Por lo tanto, no dudes en atenderla pronto.

Atascamientos en el inodoro

Muchos ignoran esta avería, quizá porque puede parecer poco agradable. Más allá de eso, no es algo que debas tomarte en broma. Un inodoro atascado puede hacer que la cañería se rompa en cualquier momento.

Eso se debe a la cantidad de desechos que se van acumulando. Al ser más de los que la cañería puede mover, hay un desborde de agua que poco a poco hará que el material se resquebraje. Si no atiendes esto a tiempo, podría ocasionar una escena horrible en tu hogar.

Grifos con goteras

Los grifos no son indestructibles. Amedida que avanza el tiempo van perdiendo su resistencia. Esto ocasiona una imposibilidad para retener correctamente el agua, lo que puede acabar aumentando tu factura de este servicio.

Por suerte, esta es una de las averías hogareñas más sencillas de resolver. En la mayoría de los casos basta con cambiar la junta de cierre. Desde luego, no lo hagas tú. Mejor llama a un fontanero, porque él sabrá cómo debe hacerse la reparación.

Bombillas fundidas o quemadas

Las bombillas trabajan por un tiempo límite. No duran para siempre debido a que su propio sistema de funcionamiento las va consumiendo. Desde luego, esto varía en función del tipo de bombilla.

Si tienes las comunes y tradicionales, tal vez duren algunos meses. Pero si optas por las de LED disfrutarás un tiempo de vida útil más prolongado. En todo caso, es importante atender esta avería porque puede comprometer la iluminación de tu hogar en ciertas actividades.

En contraste con los casos anteriores, aquí sí puedes resolver el problema por ti mismo. Tan solo asegúrate de tener el máximo cuidado mientras lo haces.

Sobrecargas eléctricas

Las sobrecargas eléctricas están entre las averías hogareñas más riesgosas por el simple motivo de que pueden dañar cualquier equipo que tengas conectado. En otras palabras, podrían estropear varios aparatos al mismo tiempo.

Para que ocurra una sobrecarga tiene que haber un consumo excesivo de electricidad, tanto que el circuito en sí no es capaz de controlarlo. Como consecuencia, ocurre una descarga de alto voltaje. Por eso lo mejor para estos casos es que no conectes demasiados equipos a la vez.

Agujeros en paredes

Los agujeros en las paredes son un problema en varios niveles. A nivel estético estropean la armonía de tu hogar. Y en lo funcional, pueden poner en peligro otros elementos: el cableado interno, las tuberías e incluso las cañerías.

Por supuesto, estamos hablando de los agujeros de gran tamaño. Si son pequeños puedes arreglarlos tú solo. En cambio, si ya tienen las dimensiones de una grieta debes contactar a un experto. Si no, podrías acabar empeorándola.

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