La trombosis venenosa profunda, una enfermedad que amerita especial atención

El ámbito patológico es un aspecto al que desde los inicios de la humanidad se le ha prestado una atención especial, y no es para menos pues este es un tema que guarda la salud e integridad física de cada ser humano, y debido al auge de diversas enfermedades cada se vuelve un tema más difícil de controlar, eso sí, del mismo modo, la medicina científica ha avanzado en pro de contrarrestar los embates de las afecciones y aunque ha ganado terreno en este aspecto, aún queda mucho trabajo por hacer.

Sin duda alguna, este se trata de un tema sumamente complejo, ya que si por un lado no se puede negar el desarrollo pronunciado del área medicinal en todos sus aspectos, también las enfermedades encontraron un punto en común para garantizar su evolución y su adaptación a los diversos tratamientos creados para su sanación.

Es así como se ha dado un enfrentamiento, por llamarlo de alguna forma, entre estos dos lados tan opuestos, en donde desde su posibilidades el sector de la salud ofrece cada vez más innovaciones y actualizaciones para frenar la avanzada que pueden experimentar los distintos procesos infecciosos y así mismo, enfermedades de origen natural producida por el descuido interno en nuestro cuerpo.

Dentro de lo que son las patologías, existen innumerables complicaciones que pueden afectar de diversas maneras el cuerpo humano, mayormente producto de descuidos en el cuidado integral del organismo a través de hábitos que promuevan y se vean reflejados en un estilo de vida saludable, en concordancia con las necesidades alimenticias basadas en los estándares de peso y estatura.

En este aspecto, una enfermedad que suele aparecer debido a problemas de tipo sanguíneo es la trombosis venenosa profunda, el cual, se define como un coágulo de sangre o trombo formado en una de las tantas venas del cuerpo, aunque siendo particular por la profundidad con la que se forma. Los coágulos de sangre aparecen cuando la tendencia de la sangre a coagularse se incrementa.

En la mayoría de los casos los trombos venosos profundos tienen incidencia en las pantorrillas o los muslos, aunque del mismo modo, también pueden hacer acto de presencia en otras partes del cuerpo.

Un coágulo o trombo de una vena profunda puede desprenderse y ser llevado hasta el torrente sanguíneo, a este coágulo suelto se le conoce como émbolo, y en el peor de los escenarios, puede llegar hasta una arteria de los pulmones y bloquear la circulación sanguínea, situación que clínicamente es llamada como embolia pulmonar.

Causas

La formación de coágulos de sangre en las venas profundas del cuerpo puede darse por diversas circunstancias:

  • En caso de existir daños de la capa interna de una vena: Las lesiones a causa de factores físicos, químicos o biológicos pueden incidir en daños en las venas. Entre los cuales se encuentran las cirugías, las lesiones graves, la inflamación y las respuestas inmunitarias, etc.
  • Lenta circulación de la sangre: La carencia de movimiento provoca que la circulación se torne lenta, pudiendo causar que tal situación se presente luego de una cirugía, cuando la persona está enferma y deba guardar cama por un periodo prolongado.
  • La sangre tiende a coagularse más de lo habitual: Algunas enfermedades de origen hereditario aumentan el riesgo de que la sangre se coagule. Así mismo, el tratamiento restitutivo con hormonas o el uso de anticonceptivos también pueden acrecentar este riesgo.

Signos y síntomas

Los signos de la trombosis venosa profunda síntomas (TVP) podrían deberse propiamente a esta enfermedad o a la embolia pulmonar. Asistir a los centros asistenciales dispuestos para esto una vez aparezcan los síntomas es lo más recomendable. En ambos casos los problemas pueden ser de gravedad e incluso causar la muerte.

También cabe destacar y aclarar que solamente un porcentaje cercano a la mitad de las personas que tienen TVP presentan los síntomas. Los cuales aparecen en la pierna en la que se encuentra el coágulo o trombo venoso profundo. Entre ellos están:

  • Enrojecimiento o hinchazón de la pierna o a lo largo de una vena de la pierna
  • Dolencia en la pierna que puede aparecer solo al estar de pie o caminar
  • Más calor y sudoración en la zona de la pierna que está hinchada o dolorosa
  • Enrojecimiento o alteraciones del color de la piel de la pierna

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *