¿Cómo diferenciar los bioplásticos del plástico común?

Una de las mayores características del plástico es su transparencia. Su claridad permite mostrar y exhibir claramente un producto. En particular, para los productos de consumo y el envasado de alimentos y bebidas, la transparencia es una característica fundamental que puede mejorar la forma en que un consumidor experimenta el producto. Piensa en el popular dicho: “Primero se come con la vista”.

Sin embargo, uno de los mayores desafíos tanto para los consumidores como para los recicladores es identificar correctamente los diferentes plásticos cuando todos los visualmente similares o idénticos. Sin hacer el esfuerzo de buscar una etiqueta de identificación que tenga las palabras “biodegrable” o “compostable” en el empaque, es casi imposible distinguir entre varios tipos de plástico. La identificación errónea da como resultado que los envases entren en el flujo de recuperación incorrecto, como los plásticos compostables en el contenedor de reciclaje y los materiales de base biológica reciclables en el contenedor de compost, particularmente cuando el conocimiento general de los biopolímeros, biopolymers, aún es confuso.

Incluso para los consumidores bien intencionados, la frase “elaborado a partir de plantas” puede resultar confusa, ya que no le dice nada al consumidor sobre la eliminación adecuada al final de su uso. Un estudio concluyó que los consumidores tienen problemas para distinguir entre los productos reciclados y reciclables, y algunos piensan que estos productos también son renovables, compostables y /o biodegradables. Tomando algunos ejemplos de envases de plástico transparente para bebidas, aclaremos algunas dudas.

Plástico de base biológica

Los plásticos de base biológica tienen una estructura molecular idéntica a sus contrapartes convencionales, pero se derivan de fuentes vegetales como el maíz y el azúcar que pueden formar cadenas de polímeros. El atractivo de su uso es que las materias primas vegetales para plásticos pueden reducir la dependencia de los productos petroquímicos convencionales.

Varios plásticos de origen biológico como el bio-PET, tienen una estructura química idéntica a la de los plásticos convencionales hechos a base de petróleo. La estructura molecular idéntica permite reciclar el bio-PET en instalaciones donde se acepta el PET convencional. Si su estructura molecular es la misma, es seguro tirarla al reciclaje.

En el año 2009, Coca-Cola presentó una botella que contenía 30% de bio-PET y 70% de PET convencional. En junio pasado, Coca-Cola presentó una versión actualizada de su botella que contenía 100% bio-PET derivado de la caña de azúcar. Eso quiere decir que en ambos casos, las dos botellas son totalmente reciclables y aceptadas para el reciclaje de PET. En el 2011, PepsiCo también exploró el bio-PET desarrollando y probando una botella “verde” 100% reciclable hecha de plástico derivado de cáscaras y subproductos de frutas y verduras.

Es un gran logro que los científicos de polímeros puedan desarrollar resinas de base biológica a partir de plantas y usarlas en envases para el consumidor, peor los mensajes de reciclabilidad deben recibir la misma atención. Cuando un consumidor está listo para tirar la botella, podría malinterpretar el significado de plástico de base biología o el hecho a partir de plantas y arrojarlo por error a la basura. Esos bioplásticos no se descomponen en las instalaciones de compostable y la carga pasa a los compostadores, mientras que los recicladores pierden la oportunidad de capturar ese contenido de PET.

Plástico compostable

Los vasos compostables que son una opción popular para eventos al aire libre, plantean un desafío similar para los consumidores. Son transparentes y tienen el mismo tacto que el plástico convencional, pero las marcas de “compostable” o “biodegradable” pueden ser difíciles de identificar cuando están en el fondo del vaso o impresas en tintas de colores claros. Para los consumidores en movimiento, un vaso que se ve y se siente como un vaso de plástico normal puede ser arrojado por error a la basura o al reciclaje.

Cualquiera que planee utilizar vasos compostables o biodegradables en lugar de vasos de plástico debe asegurarse de que los vasos se distingan claramente del plástico normal, que estén disponibles las corrientes de recolección de compost adecuadas y que el cliente comprenda cómo desechar un material compostable o biodegradable. Algunos plásticos compostables también son técnicamente reciclables y recuperables a través de tecnología de clasificación automatizada, pero actualmente no hay suficiente cantidad de ese material concentrado en la corriente de reciclaje general para priorizar su separación y recuperación.

En lugar de arrojar plásticos compostables al vertedero o reciclarlos, los plásticos compostables optimizados y diseñados para su eliminación en entornos de compostaje deben arrojarse a una corriente de compostaje junto con los desechos de alimentos, desechos de jardín, y otra materia orgánica donde se pueda descomponer en biomasa no tóxica como agua, CO2, o calor. Esto le da a producto en cuestión la mejor oportunidad posible de maximizar su valor inherente como material de base biológica. Para garantizar que los materiales lleguen a donde fueron diseñados al final de su uso, es fundamental contar con una red de recolectores y compostadores.

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