Para comienzos del milenio, quizá desde un poco antes de poder entrar a esta nuevo año (comenzando con el número dos), para muchas personas este nuevo mundo, implementando la forma de ver y observar todo, un cambio de perspectiva en la manera de pensar y dirigir nuestros pensamientos ante una cosa en específico, en especial, tratándose el tema de la seguridad informática, en donde cualquiera puede subir algún contenido, alguna información, algún dato relevante que dejará su huella en el basto mundo de la internet, sin duda alguna, será una huella muy difícil de eliminar y de borrar, para quien desee borrar todo rastro de sí, cosa que sabemos que es un trabajo muy arduo para el día en que nos encontramos.
Una vez entras en este mundo, es difícil poder pasar borrón y cuenta nueva a lo que compartiste, de las dos formas posibles: superficial y profundamente. Entre más profundo, más difícil de eliminar ese rastro, pero, hablando sobre ese momento preciso la creación de la internet, de la computadora misma (primero que el internet) en donde era algo novedoso.
¿La ciberseguridad funciona?
Es acá, en este preciso momento, en donde cada persona fue más susceptible a subir algo, compartir algo, crear algo sin estar seguro de lo que está haciendo. En donde pudo (y fue, en el peor de los casos) una futura víctima de las primerizas estafas y ataques MSSP en contra de su integridad como persona, ante sus equipos, deshabilitando y desechando lo que tenían en sus manos, generando costosas y notorias pérdidas. Esto da mucho para pensar y analizar.
He aquí en dónde nace la gran duda de muchos, de grandes grupos de personas, en escoger si es posible confiar, o no, en donde se pone a prueba esas medidas es de seguridad, de protección, los escudos hechos por programadores para poder salvaguardar ambos ítems, igual de importantes, según sea la persona/cliente/comprador, dará prioridad a uno, o al otro. También para todos aquellos en que tenían, o tienen, una computadora de las primeras generaciones, hasta llegar a la actualidad. Con grandes cambios físicos, así como en el desarrollo de software y hardware que permiten una mejor calidad de vida.
¿Creer o no en la seguridad informática?
Es la gran pregunta que se ha hecho las personas desde el inicio del todo, haciendo referencia al desarrollo e implementación de las tecnologías junto al uso diario del internet en todo a nivel internacional, son pocas los poblados que no poseen una conexión a la internet, bien sea por banda ancha, fibra de vidrio, datos móviles y Wi-Fi, en donde no saben si poder confiar en quienes promueven y aseguran una protección hacia sus datos, claro, dicha duda se ha ido apaciguando.
Se ha ido disminuyendo cuando el cliente ha podido comprobar, mediante la efectividad y el paso del tiempo, que su proveedor de seguridad, sus empleados, su producto, es de fiar y confiar. Tanto para el resguardo y protección de sus valiosas y codiciadas informaciones (personal, bancaria, económica, política, etc.)
Incluso gastan enormes cantidades de dinero en la inversión de programas y personal capacitado para la implementación y desarrollo de nuevas tecnologías que mejoren su fin o propósito, así como están consiguen el objetivo de dar con la información o dar rueda libre a sus programas para la destrucción de archivos y deshabilitar maquinaria valiosa para empresas, gobiernos, institutos, personas, y pare usted de contar de quienes puedan llegar a poseer informa relevante y altamente pagada, una vez que se consigue. Así sea para que salgan a luz pública, o se utilice para algo en concreto, algo que solo sus perpetradores saben y conocen.
En fin, hay que saber qué y cómo compartir información, desde lo más simple puede llevar a ser un posible arma que puedan usar en contra de ellos mismos. Hasta llegar a lo más complicado, institutos, gobiernos, empresas internacionales e importantes, en donde cualquier filtración de información y daño a sus equipos, puede ser una catástrofe.